sábado, 2 de julio de 2011

Los delitos y las germinaciones ocurren en el silencio

Las campanas suenan por deportes,
pequeños escándalos sexuales,
nacimientos de guerras,
resultados de los gritos de las bolsas,
cambios políticos que conservan lo que se iba a cambiar.

Pero ningún medio informa cómo en la oscuridad
urden invasiones, estafas, robos, asesinatos en la selva,
caídas irreparables de árboles gigantes,
desapariciones de especies, hielos, aguas y petróleos profundos.

No se ven en la televisión los bombarderos
que con armas nucleares nunca dejan el cielo.

Tampoco tienen sonido la esperanza oculta
que crece milímetro a centímetro
los pensamientos que socavan el orden
el arte que adelante la belleza del mañana
los coligües de justicia que se endurecen en la foresta.

El ruido de las noticias por lo común busca cegar
los ojos para que no adviertan las raíces de la papa india
ni de la rastrera cicuta.

martes, 21 de junio de 2011

Che, es martes y te espero…

Es martes y naces como siempre;
Con la voz al viento y tu mirada libre.
Naces con el corazón ardiendo,
con el dolor de los pobres metido hasta los huesos;
Con el pecho inmenso de tanto esfuerzo.
Todo lo que se va a veces regresa,
y cómo no regresar hermano del alma
si quienes te esperan hace tiempo
están despiertos, casi huérfanos,
esperando el día de tu nacimiento.
Mi querido Che comandante:
Hijo, hombre y misterio nuestro.
Qué puedo decirte que no te hayan dicho
Qué puedo cantarte que no te cantaran
Nada es tan limpio como tu mirada y tu espejo.
Es Junio del 2011 y desde argentina te escribo:
Che, te espero - hermano como siempre-
Corazón del sentimiento
por los hermanos vivos
…con mis hermanos muertos.

lunes, 20 de junio de 2011

Aimaras antimineros: Enseñanzas de un conflicto


Dentro de las singularidades que conserva orgullosamente la región de Puno destaca la confluencia de dos pueblos ancestrales. Los quechuas ubicados principalmente en la zona norte de la región, cercanos al Cusco y los aimaras en la zona sur, cercana a Bolivia.

Los dirigentes aimaras de hoy y ayer no se cansan en recordar que fueron un pueblo que nunca se sometió ante el poder de los incas del Cusco y que la sobrevivencia orgullosa de su lengua es la demostración más clara. Además, tienen muy presente que durante la gran rebelión de Túpac Amaru, los líderes de la fase aimara fueron más radicales que el cacique de Tungasuca y sostuvieron mucho más tiempo el control del altiplano. Así, las figuras de Pedro Vilcapaza y Túpac Katari son parte del imaginario colectivo regional.

Durante la expansión del poder gamonal en el siglo pasado, las comunidades campesinas aimaras tuvieron una relativa independencia frente a los hacendados. De allí que era bastante notoria la diferencia entre los “indios de hacienda” (sometidos a la servidumbre) y los “indios de comunidad” (en convivencia recíproca). Este dato es valioso, pues los aimaras mantienen un mayor sentido de pertenencia hacia sus costumbres y ritos ancestrales, y a la vez una relación más negociada y justa con la “fuerza civilizatoria de Occidente”.

Entonces, no debe extrañar que si el Estado concesiona territorios cercanos al monte tutelar Khapia para fines de explotación minera, los aimaras puneños reaccionen con gran indignación. Se trata de un lugar sagrado, no hay más vueltas sobre el tema. En la cosmovisión andina, ya es un lugar común reiterarlo, el hombre no es el rey de la naturaleza, ni tiene patente divina para explotar indiscriminadamente los frutos de la tierra. Se trata de una relación respetuosa y de crianza con el cosmos que, verdaderamente, es el núcleo de la potencia civilizatoria del mundo andino. Esta premisa es vivida a cada instante de la existencia de los aimaras.

De este modo, las actividades que implican una relación armónica entre las partes gozan de una consideración especial en la mentalidad aimara. La agricultura, la ganadería, la pesca, las festividades o el pequeño comercio se encontrarán, entonces, por encima de la extracción descarnada y violenta de los recursos naturales. Para ponerlo gráficamente, si un comunero aimara observa el tajo abierto de una profunda mina penetrada por potentes y ruidosas excavadoras, sencillamente está viendo algo parecido a una violación: un desproporcionado acto de violencia que adolece del principio de reciprocidad. Lógicamente el hombre domesticado por la “fuerza civilizatoria de Occidente” lo que observaría sería la materia prima de la que están hechas gran parte de sus preciosas mercancías que dan sentido a su goce material y “civilizado”.

Entonces, detrás del conflicto antiminero de los aimaras de Puno me parece que tenemos un insumo para ir dialogando sobre la fuerza civilizatoria de la cultura andina que, más allá de las concesiones a los mineros depredadores, nos enseña sobre el valor y ubicación del hombre en el mundo, el rol civilizador de la reciprocidad y la vida comunal, el potencial de la ciudadanía étnica en un país diverso, la insensatez de los prejuicios sobre el hombre andino, las inconsistencias del supuesto modelo económico neoliberal intocable, las grietas de la fuerza civilizatoria de Occidente y, claro, la futura refundación republicana en el Perú deberá alimentarse de la propuesta del buen-vivir de las poblaciones ancestrales.

jueves, 16 de junio de 2011

Archivo Documental: La Escuela de las Américas (School of the Americas)


Formación de asesinos. A propósito de las grandes protestas de miles de activistas que piden el cierre de la Escuela de las Américas ahora autodenominada Instituto de Cooperación y Seguridad del Hemisferio Occidental (WHINSEC), después de haber sido expulsada de Panamá en 1984. Los dejo con este documental que narra torturas realizadas por alumnos de la escuela como el potro argentino, la descarga en genitales, etc. Se sabe que se descubrió un manual de tortura, debido a este descubrimiento el congreso de los EEUU pidió perdón en el año 97 por haber instruido a gente para que torturara, secuestrara, etc. Por ejemplo figura también la histórica y conocida operación cóndor (represión de grupos fascistas en Chile, Argentina y otros países), bueno esta se gestionaba desde la escuela de las Américas.

De hecho el Observatorio de la Escuela de las Américas (SOA Watch), que radica en EEUU y trabaja en defensa de la justicia y la paz, sostiene que a lo largo de sus más de sesenta años de existencia, la SOA ha entrenado a más de 61.000 soldados latinoamericanos en cursos como técnicas de combate, tácticas de comando, inteligencia militar, y técnicas de tortura. Estos graduados han dejado un largo rastro de sangre y sufrimiento en los países donde han regresado. Hoy día, la Escuela de las Américas entrena casi mil de soldados y policía cada año. Y señala a Honduras como un ejemplo claro donde ex-alumnos fueron actores de las torturas y las desapariciones forzadas de los años ochenta, entre ellos el reincidente Coronel Romeo Vásquez, comprometido también en el golpe de junio del 2009.

De otro lado, debo destacar la posición que vienen asumiendo algunos países de la región como, Argentina, Venezuela, Bolivia y Uruguay, que han dejado de enviar soldados a la Escuela de las Américas, que se mudo de Panamá a Georgia (EEUU). De hecho el presidente de Bolivia Evo Morales ha rechazado el papel desempeñado por la Escuela de las Américas y mencionó la posibilidad de que la Unasur instale un Instituto de preparación para las fuerzas armadas de la región donde los militares reciban una formación democrática y patriótica acorde con los principios de unidad latinoamericana y de integración con soberanía que necesitan nuestros pueblos.

lunes, 6 de junio de 2011

Carta para el presidente de Estados Unidos. Un escrito de Nobel a Nobel

Estimado Barack:

Al dirigirte esta carta lo hago fraternalmente y a la vez para expresarte la preocupación e indignación de ver cómo la destrucción y muerte sembradas en varios países, en nombre de la “libertad y la democracia”, dos palabras prostituidas y vaciadas de contenido, terminan justificando el asesinato y es festejado como si se tratase de un acontecimiento deportivo.

Indignación por la actitud de sectores de la población de los EE.UU., de jefes de Estado europeos y de otros países que salieron a apoyar el asesinato de Bin Laden, ordenado por tu gobierno y tu complacencia en nombre de una supuesta justicia.

No buscaron detenerlo y juzgarlo por los crímenes supuestamente cometidos, lo que genera mayor duda; el objetivo fue asesinarlo.

Los muertos no hablan, y ante el miedo a que el ajusticiado pudiera decir cosas no convenientes para los EE.UU., la salida fue el asesinato y asegurar que “muerto el perro se terminó la rabia”, sin tener en cuenta que no hacen otra cosa que incrementarla.

Cuando te otorgaron el Premio Nobel de la Paz, del cual somos depositarios, te envié una carta que decía: “Barack, me sorprendió mucho que te hayan otorgado el Nobel de la Paz, pero ahora que lo tienes debes ponerlo al servicio de la paz entre los pueblos; tienes toda la posibilidad de hacerlo, de terminar las guerras y comenzar a revertir la grave situación que vive tu país y el mundo”.

Sin embargo has incrementado el odio y traicionado los principios asumidos en la campaña electoral ante tu pueblo, como poner fin a las guerras en Afganistán e Irak y cerrar las cárceles en Guantánamo y Abu Graib en Irak. Nada de eso has logrado hacer; por el contrario, decides comenzar otra guerra contra Libia, apoyada por la OTAN y la vergonzosa resolución de las Naciones Unidas de apoyarla; cuando ese alto organismo, empequeñecido y sin pensamiento propio, ha perdido el rumbo y está sometido a las veleidades e intereses de las potencias dominantes.

La base fundacional de la ONU es la defensa y promoción de la paz y dignidad entre los pueblos. Su preámbulo dice: “Nosotros los pueblos del mundo…”, hoy ausentes de ese alto organismo.

Quiero recordar a un místico y maestro que tiene en mi vida una gran influencia, el monje trapense de la Abadía de Getsemaní en Kentucky, Tomás Merton, quien dice: “La mayor necesidad de nuestro tiempo es limpiar la enorme masa de basura mental y emocional que atasca nuestras mentes y convierte toda vida política y social en una enfermedad de masas. Sin esa limpieza doméstica no podemos comenzar a ver. Si no vemos no podemos pensar”.

Eras muy joven Barack durante la Guerra de Vietnam; tal vez no recuerdes la lucha del pueblo norteamericano por oponerse a la guerra.

Los muertos, heridos y mutilados en Vietnam hasta el día de hoy sufren sus consecuencias.

Tomás Merton decía –frente a un matasellos del correo que acababa de llegar, The U.S. Army, key to peace, “El ejército estadounidense, clave de la paz”–: ningún ejército es clave de la paz. Ninguna nación tiene la clave de nada que no sea la guerra. El poder no tiene nada que ver con la paz. Cuando más aumentan los hombres el poder militar, más violan la paz y la destruyen.

He compartido y acompañado a los veteranos de guerra de Vietnam, en particular a Brian Wilson y sus compañeros, quienes fueron víctimas de esa guerra y de todas las guerras.

La vida tiene ese no sé qué de lo imprevisto y sorprendente, de la fragancia y belleza que Dios nos dio para toda la humanidad y que debemos proteger para dejar a las generaciones futuras una vida más justa y fraterna; restablecer el equilibrio con la Madre Tierra.

Si no reaccionamos para cambiar la situación actual de la soberbia suicida, arrastrando a los pueblos a recovecos profundos donde muere la esperanza, será difícil salir y ver la luz. La humanidad merece un destino mejor.

Sabes que la esperanza es como el loto que crece en el fango y florece en todo su esplendor mostrando su belleza. Leopoldo Marechal, ese gran escritor argentino, decía que “del laberinto se sale por arriba”.

Y creo, Barack, que después de seguir tu ruta equivocando caminos, te encuentras en un laberinto sin poder encontrar la salida y te entierras más y más en la violencia, en la incertidumbre, devorado por el poder de dominación, arrastrado por las grandes corporaciones, el complejo industrial militar, y crees tener el poder que todo lo puede y que el mundo está a los pies de los EE.UU. porque impone la fuerza de las armas, e invades países con total impunidad. Es una realidad dolorosa, pero también existe la resistencia de los pueblos que no claudican frente a los poderosos.

Son tan largas las atrocidades cometidas por tu país en el mundo que daría tema para largo, es un desafío para los historiadores que tendrán que investigar y saber de los comportamientos, política, grandeza y pequeñeces que han llevado a EE.UU. al monocultivo de las mentes que no le permite ver otras realidades.

A Bin Laden, supuesto autor ideológico del ataque a las Torres Gemelas, lo identifican como el Satán encarnado que aterrorizaba al mundo y la propaganda de tu gobierno lo señalaba como el “eje del mal”, y eso le ha servido para declarar las guerras deseadas que el complejo industrial militar necesita para colocar sus productos de muerte.

Sabes que investigadores del trágico 11 de septiembre señalan que el atentado tiene mucho de “autogolpe”, como el avión contra el Pentágono y el vaciamiento anterior de las oficinas de las Torres; atentado que dio motivo para desatar la guerra contra Irak y Afganistán y ahora contra Libia; argumentando en la mentira y la soberbia del poder que todo lo hacen para salvar al pueblo, en nombre de “la libertad y defensa de la democracia”, con el cinismo de decir que la muerte de mujeres y niños son “daños colaterales”. Eso lo viví en Irak, en Bagdad con los bombardeos a la ciudad y el hospital pediátrico, y en el refugio de niños que fueron víctimas de esos “daños colaterales”.

La palabra vaciada de valores y contenido, por lo que al asesinato lo llamas muerte y dices que por fin EE.UU. ha “muerto” a Bin Laden. No trato de justificarlo bajo ningún concepto, estoy en contra de todo terrorismo, tanto de esos grupos armados, como del terrorismo de Estado que tu país ejerce en diversas partes del mundo apoyando a dictadores, imponiendo bases militares e intervenciones armadas, ejerciendo la violencia para mantenerse por el terror en el eje del poder mundial. ¿Hay un solo “eje del mal”? ¿Cómo lo llamarías?

¿Será por ese motivo que el pueblo de los EE.UU. vive con tanto miedo a las represalias de quienes llaman el “eje del mal”? El simplismo e hipocresía de justificar lo injustificable.

La paz es una dinámica de vida en las relaciones entre las personas y los pueblos; es un desafío a la conciencia de la humanidad; su camino es trabajoso, cotidiano y esperanzador, donde los pueblos son constructores de su propia vida y de su propia historia. La paz no se regala, se construye, y eso es lo que te falta, muchacho: coraje para asumir la responsabilidad histórica con tu pueblo y la humanidad.

No puedes vivir en el laberinto del miedo y la dominación de quienes gobiernan los EE.UU., desconociendo los tratados internacionales, los pactos y protocolos, de gobiernos que firman pero no ratifican nada y no cumplen ninguno de los acuerdos, pero hablan en nombre de la libertad y el derecho.

¿Cómo puedes hablar de la paz si no quieres cumplir con nada, salvo los intereses de tu país?

¿Cómo puedes hablar de la libertad cuando tienes en las cárceles a prisioneros inocentes, en Guantánamo, en los EE.UU., en las cárceles de Irak, como la de Abu Graib, y en Afganistán?

¿Cómo puedes hablar de los derechos humanos y la dignidad de los pueblos cuando los violas permanentemente y bloqueas a quienes no comparten tu ideología y deben soportar tus abusos?

¿Cómo puedes enviar fuerzas militares a Haití después del devastador terremoto y no ayuda humanitaria a ese sufrido pueblo?

¿Cómo puedes hablar de libertad cuando masacras a los pueblos del Medio Oriente y propagas guerras y torturas, en conflictos interminables que desangran a los palestinos e israelíes?

Barack: mira para arriba de tu laberinto, puedes encontrar la estrella que te guíe, aunque sepas que nunca podrás alcanzarla, como bien lo dice Eduardo Galeano.

Busca ser coherente entre lo que dices y haces, es la única forma de no perder el rumbo. Es un desafío de la vida.

El Nobel de la Paz es un instrumento al servicio de los pueblos, nunca para la vanidad personal.

Te deseo mucha fuerza y esperanza, y esperamos que tengas el coraje de corregir el camino y encontrar la sabiduría de la paz.

Buenos Aires, 5 de mayo de 2011

Un día como hoy, hace 34 años, volví a la vida; tuve un vuelo de la muerte durante la dictadura militar argentina apoyada por los EE.UU., y gracias a Dios sobreviví y tuve que salir por arriba del laberinto de la desesperación, y descubrir en las estrellas el camino para poder decir, como el profeta: “La hora más oscura es cuando comienza el amanecer”.

sábado, 28 de mayo de 2011

Encuestas Falseadas

La polarización del país es total. La responsabilidad de haber llegado a estos extremos de intransigencia, fanatismo y sectarismo es de los medios de comunicación. La siniestra e infeliz actitud de periodistas y ejecutivos de los medios en cuanto a la consigna de evitar de cualquier forma el triunfo del candidato Ollanta Humala, nos muestran, inequívocamente, los niveles de corrupción y putrefacción del sistema.

Por lo visto hasta ahora no existe un debate alturado de propuestas de gobierno sino la zancadilla y los ataques arteros a un líder emergente contra la inmoralidad del pasado y el presente. La frondosa mafia de sicarios y ladrones de Alberto Fujimori, unida a la de Alan García con sus crímenes y “faenones,” se defiende con todo y sin medida. La falta de escrúpulos reina en la campaña emprendida por estos conocidos delincuentes llegados a la presidencia de la república para enriquecerse de manera obscena. Revisar al detalle las enormes fortunas de ambos, es más que suficiente para crear el rechazo total a las aspiraciones de Keiko Fujimori, la inmoral representante de esta frondosa mafia Fujimori-García que apuesta por la continuación de los robos y los crímenes.

Inventar mentiras y sacar de la manga infamias de desprestigio y censura, son formas de difamación ya usadas anteriormente para que la frondosa mafia de degenerados políticos se mantenga en el poder. Poco a poco el pueblo va aprendiendo y esta vez no se dejará sorprender por los medios de comunicación y el arsenal de calumnias. Aquí la lucha final no es ideológica ni de principios, tampoco de estabilidad y democracia, menos de programa económico; aquí observamos, que absolutamente nada va a satisfacer la expectativa de los críticos de Ollanta Humala puesto que ellos, obnubilados, ofuscados y alucinados, buscan la destrucción de una alternativa moral contrapuesta a corrupción endémica del país representada, en este momento, por Keiko Fujimori y su entorno de mafiosos reciclados. En este escenario, pues, los temas de corrupción y derechos humanos, no quieren ser tocados; y estos son los temas por los cuales Alberto Fujimori fue sentenciado a 25 años de prisión efectiva que disfruta en una suite cinco estrellas, llamada cárcel dorada, gracias al acuerdo con Alan García.

El país no puede avanzar en ninguna dirección con la inmensa corrupción a cuestas. No puede avanzar con medios de comunicación vendidos a la mafia Fujimori-García, que antes que educar a la ciudadanía les infunde el miedo a través de las maledicencias y calumnias, a través de fantasmas y espectros dirigidos a aprovechar la ignorancia de la población sembrando la duda y la incertidumbre. Si a todo este montaje de prácticas viciosas para ingresar a los hogares le llaman labor periodística, estamos a mucha distancia de la cultura moderna y el progreso. No nos engañemos con testigos pagados ni con libretos elaborados, todo el montaje está conducido a la trampa, a la estafa ciudadana y al fraude electoral. La mafia Fujimori-García se vale de cualquier estratagema o sainete para dar vida a la continuidad de gobiernos impúdicos y desvergonzados, es decir, de forajidos prontuariados. De ahí que una parte de la atmósfera del engaño sean las encuestas falseadas de las empresas comerciales, distinguidas por la falta de vergüenza y limpieza.

A fin de crear la confusión, sabiendo que el temor es tan contagioso como la peste, las encuestas comerciales vienen creando el ambiente del “empate técnico” cuando en el nivel de todo el país la candidatura de Ollanta Humala sobrepasa con creces a la de la japonesa Keiko Fujimori y en Lima la creciente aceptación del candidato emergente contra la corrupción y la inmoralidad es un hecho incontrastable. ¿Cómo creer, por ejemplo, en los datos emitidos por Datum y CPI, cuando son empresas procesadas judicialmente por recibir dinero de Montesinos y hacer trampa? ¿Cómo creer cuando el fiscal superior, Oscar Zevallos Palomino, ha pedido ocho años de cárcel para los gerentes de Datum y CPI, Manuel Torrado y Manuel Saavedra, precisamente, por haber sido coimeados en el SIN a cargo de Vladimiro Montesinos, asesor predilecto de Alberto Fujimori? Y cómo creer en IPSOS-APOYO que no acierta una sola desde hace muchos años y tiene la costumbre de acomodarse a los resultados finales de manera sigilosa y subterránea. No existen “empates técnicos” ni “ventajas relativas” ni “intenciones de voto verdaderas” con encuestadoras financiadas y sobornadas por los medios de comunicación comprometidos en destruir a Ollanta Humala junto a los poderes fácticos del país, entregados a la corrupción y la inmoralidad.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Los silencios de Jaime Bayly

Los directivos del canal Cuatro de TV y del grupo El Comercio deben haber enloquecido, luego de escuchar el segundo programa dominical de su contratado estrella Jaime Bayly. La cantaleta al estilo de los jerarcas nazis, de repetir y repetir la monserga del “Andahuaylazo” dos domingos seguidos denota una decadencia absoluta. La falta de argumentos para cumplir con su único propósito de mercenario bien pagado, el de destruir la imagen de Ollanta Humala a favor de la hija del ex dictador preso, Alberto Fujimori, deviene en ineptitud profesional. Y lo más grave de esta actuación soñolienta y aburrida acontece por la subestimación a los ciudadanos peruanos, en tanto y en cuanto las reiteradas repeticiones de lo ya dicho, durante una hora, harían ver que para el periodista estrella Bayly, enviando sus “enlatados” desde Miami, sus compatriotas son una cáfila de tarados que no entienden a la primera de bastos. ¡Basta de discos rallados!.

Jaime Bayly basado en las mentiras por él mismo fabricadas, respecto a la participación de Ollanta Humala en el periódico de su hermano Antauro y en el protagonismo de la toma de la comisaría de Andahuaylas, llega a la conclusión por sí y ante sí, de que “el teniente coronel Ollanta Humala no es un demócrata” para luego acusarlo de golpista porque según la escasa inteligencia del periodista-escritor el Andahuaylazo fue un fracasado golpe de estado. Entonces, repitiendo la monserga una hora seguida, de forma monotemática, los ciudadanos peruanos debemos tragarnos ese brulote. Supongamos que los votantes de menor razonamiento puedan creer la tontería de un golpe de estado desde una humilde comisaría de provincia, con lo cual fundamenta Bayly su programa de gran elector pontificio; sin embargo, el Perú entero sabe que el último golpe de estado en el país lo protagonizó Alberto Fujimori el 5 de abril de 1992. De allí que si Bayly quiere hablar de golpistas, dictadores, tiranos, déspotas y autoritarios, y de líderes que quieren perpetuarse en el poder, pues allí tiene como paradigmas frente a sus narices a Alberto Fujimori, a su hija la candidata de sus favores y a todos los secuaces que la rodean y que de llegar al poder cometerían las mismas tropelías contra el ordenamiento jurídico de la nación, empezando por la liberación del reo ejemplarmente sentenciado a 25 años de prisión por sus crímenes y latrocinios. Conclusión: si el teniente coronel Ollanta Humala no es un demócrata ¿cómo en la escasa memoria de Jaime Bayly, Alberto Fujimori, Keiko y su gente si lo son?

No hay nada qué hacer, algo anda mal en la cabeza de este Jaime Bayly convertido, por el grupo El Comercio, en sumo pontífice de la nación o en todo caso este sujeto tiene los valores invertidos. Porque si lo que Bayly hace es periodismo, realmente don Luis Miro Quesada de la Guerra, refundador de El Comercio, debe morir tres veces, repitiendo que el “periodismo es el más vil de los oficios.” Si Ollanta Humala según la versión tergiversada e inventada por Bayly no es un demócrata, desde luego, debe tener una versión clara frente a la “demócrata” Keiko Fujimori que acompañó a su padre en los más oscuros proyectos de su gobierno como aquellos de comprar las líneas editoriales de los diarios y los canales de TV; mancillar el uniforme patrio de los altos mandos de la Fuerza Armada haciéndoles firmar un acta de sujeción a su persona al estilo de Abimael Guzmán; sobornar, chantajear y extorsionar a políticos y empresarios opositores a través de los SIN en manos del delincuente Vladimiro Montesinos; re-elegirse de presidente de la república mediante fraudes continuos hasta su tercer mandato; esterilizar a 300 mil madres de familia sin su consentimiento; rematar las empresas públicas valoradas en quince mil millones de dólares y desaparecer el dinero obtenido que dijo era sólo nueve mil millones de dólares; ordenar asesinatos a sangre fría a través del grupo Colina y participar desde un helicóptero en la eliminación de los presos acusados de pertenecer a Sendero Luminosos en el penal Castro Castro; ordenar los vejámenes y la tortura física de su esposa Susana Fujimori; etc. etc. La lista de atropellos es mucho más larga.

Jaime Bayle, pues, está en la obligación de informar sobre estos nefastos acontecimientos históricos que, según su punto de vista, harían a Keiko Fujimori una demócrata cabal y ejemplar frente a Ollanta Humala, sobre todo cuando dice que “su padre realizó el mejor gobierno de la historia del Perú y que, además, es su asesor principal o de lujo dada su experiencia de gobierno.” Bueno, si no quiere ser un mequetrefe del periodismo nacional, Bayly, debería aclarar qué piensa de los atropellos a la democracia protagonizados por Alberto Fujimori y su hija como primera dama de la nación, más aún cuando la candidata de Fuerza 2011, Keiko Fujimori, ha respaldado la “guerra sucia” diseñada por él y los grupos de poder encabezados por El Comercio, con la finalidad de destruir la candidatura nacionalista de Ollanta Humala. Ya que Keiko, muy suelta de huesos con el cinismo propio heredado de su padre, dice: el escritor Bayly “no ha hecho más que decir la verdad sobre su contendor.” Ahora, los peruanos en general, sin pasiones políticas de ninguna clase, deseamos fervorosamente que Bayly diga la verdad sobre Keiko y la dictadura que asoló el país luego del golpe militar del 5 de abril de 1992.

En la conspiración de las mentiras, al estilo Fujimori-Montesinos, a fin de impedir la llegada de Ollanta Humala a palacio de gobierno, también participa de lleno Alan García, quien viene cumpliendo sus objetivos de aquella célebre frase que lo pinta de cuerpo entero: “Yo no puedo elegir quien va a ser presidente pero si puedo evitar que un candidato llegue a palacio si no es de mi agrado.” Ciertamente por ello, el escritor Mario Vargas Llosa denunció que el gobierno del presidente Alan García ordenó a los servicios estatales de inteligencia destruir la campaña del candidato presidencial Ollanta Humala. El premio Nóbel de Literatura indica que se aplica el “Plan Sábana”, mediante el cual “a través de métodos delictuosos, espionaje telefónico, operaciones calumniosas y escandalosas filtradas a la prensa para minimizar el prestigio de Ollanta y el de su entorno familiar utilizando mercenarios y provocadores". En la columna de opinión dominical en el diario El Comercio, MVLL agrega que la denuncia proviene "de militares y civiles del servicio de inteligencia indignados de que se los utilice para fines políticos ajenos a su misión específica".

Por último y tratándose de Alan García, Jaime Bayly tampoco recuerda que los apristas encabezados por el candidato natural de esa organización partidaria convertida en una mafia propia de alanistas, fueron los atacantes más mordaces y directos del gobierno de Alejandro Toledo exigiendo la vacancia presidencial durante los años 2004-2005, antesala del equivocado llamado a la insurgencia popular desde la comisaría de Andahuaylas tomada militarmente por Antauro Humala, lugar donde debido a los enfrentamientos murieron cuatro policías, no como dice Bayly asesinados de puro gusto; pues en similitud también debería decir que los 24 policías muertos en Bagua por la equivocada orden de Alan García y la ministra Cabanillas, fueron asesinados por el gobierno y no murieron debido a los enfrentamientos con los nativos de la selva.

Perú. Ad nauseaum

Bien se dice que repetir muchas veces una mentira, no la convierte en verdad, pero, por cierto, hastía. En otras palabras, produce náusea. Y eso es lo que ocurre en el escenario peruano en la medida que se avecina el 5 de junio, fecha en la que se dirimirá la contienda electoral 2011.

La ofensiva de los medios de prensa, que se orienta a convencer a los peruanos que el pasado no existió nunca, y que en los años de Fujimori la vida fue bella; no cesa. Por el contrario, se incrementa al extremo que confunde a personas incautas, a jóvenes que no piensan o a muchachas que creen en la “necesidad” que una mujer gobierne el país, sin importar quién sea.
Como consecuencia de ella -es posible- algunas encuestadoras registran porcentajes que benefician a la Fujimori , aunque otras se resisten a entrar en ese juego peligroso, aún a riesgo de su supervivencia. Porque es claro que la presión de la Mafia es de tal magnitud que varios periodistas han sido despedidos, o forzados a irse, por el simple hecho de no sumarse a la troupe Keikista que hoy busca mostrarse angelical ofertando 200 mil puestos de trabajo, sin precisar por cierto si esos serán empleos eventuales, o en Servis, o si podrán ser considerados “empleos decentes” por la OIT , habida cuenta que Fujimori despidió a mas de un millón de trabajadores en la década del oprobio.

Entre noticias que se muestran a cada instante y programas o espacios políticos “contratados” que llegan a nuestros hogares por la pantalla chica, las ondas del díal, o la prensa impresa, y sin ver las necrológicas ofrendas florales enviadas al diario “ La Primera ”; hay que descubrir algunos entretelones para comprender el sentido de las cosas en el Perú de nuestro tiempo. Veamos:
En Satipo -una población precaria de la selva central- decenas de personas vieron ingresar numerosos vehículos que integraban una caravana festiva a la cabeza de la cual asomaba -con vestido típico de la región- la candidata del fujimorismo. Entre sorprendidos, absortos e indignados, silbaron un poco, gritaron expresiones de rechazo o buscaron retirarse para no ser confundidas con un pequeño grupo de adherentes. De pronto, una piedra voló por los aires e impactó en una de las unidades móviles.

El hecho, casi rutinario en los conflictos electorales peruanos, sirvió en bandeja de plata para que en la capital los medios denunciaran “la agresión sufrida por Keiko Fujimori a manos de una turba humalista”. Hecha la investigación del caso se pudo precisar que la piedra -sólo una- fue lanzada por Fredy Peña, trabajador del municipio local y colaborador personal y directo del actual alcalde fujimorista César Merea. Poco antes, el lanzador de la piedra y los empleados del municipio habían sudado literalmente la gota gorda levantado el estrado desde el cual hablaría Keiko. El hecho, entonces, fue un montaje destinado a victimar a la candidata y generar una tormenta propagandística que presente a Humala como pendenciero y violentista. Una perla en el océano de ataques contra el candidato de Gana Perú, que sigue siendo el terror de la derecha más reaccionaria, y de la Mafia.
Unos días antes un colectivo juvenil se instalo ante un canal de la televisión para protestar por los sesgados programas políticos que pretendían sorprender a la ciudadanía. Cuando ya se retiraba del escenario de la acción, asomó uno de los responsables de esa campaña, el periodista Jaime de Althaus, quien trepó raudamente a su vehículo, como en tocata y fuga. Los jóvenes le expresaron su repudio y no faltó quien hiciera sonar con las manos el capot del coche. La imagen -captada por las Cámaras de Seguridad de la Televisora- se proyectó decenas de veces como una manera de mostrar “el salvajismo” de los agresores, por cierto también “humalistas”. En honor a la verdad, Althaus, nunca fue agredido. Los periodistas agredidos -pagaron con la vida- fueron otros: Melisa Alfaro, Pedro Yauri, Luis Morales. No los olvidemos.

Lo que ocurre es que en calles y plazas, en ciudades y aldeas, en las tres regiones naturales y en todos los medios geográficos así como en las distintas alturas, desde la costa hasta la puna; hay millones de peruanos sencillamente indignados por la desfachatez de la Mafia que busca auparse nuevamente en el Poder haciendo ostentación de una riqueza sin límite y una desvergüenza que no tiene igual. Lo confirma Roque Benavides, el boyante propietario de la mima Orcopampa cuando dice consternado que todos sus obreros, a 4,000 metros de altura, votaron por Humala.
Hay quienes “no se explican” el por qué de estas “reacciones”. Pero ellas son agua de malvas en relación a lo que la gente realmente siente. ¿Se han preguntado, en efecto, los medios qué pasaría si la candorosa Keiko apareciera frente a las 295 mil mujeres que hizo esterilizar durante el gobierno de su padre? O ¿cómo saldría de un encuentro con los hijos, las hijas, las viudas o los padres de los miles de asesinados bajo el régimen fujimorista?

Un exponente de la prensa venezolana -enemigo del gobierno de su país por cierto, razón por la que tiene carta libre para opinar en el Perú- dijo recientemente que cuando gobernó Alberto Fujimori, Keiko era “apenas una niña”. La ignorancia, no es delito, pero no genera verdad. Esa “niña” era ya la Primera Dama de la Nación y tenía a su cargo la implementación de los Programas Sociales en boga. Recordemos su presencia en las llamadas “ferias de salud reproductiva” y el impulso que ella misma dio a los “programas estatales de control de la natalidad”, y que, aplicados en las pampas de Anta, en las montañas andinas de Huaytará, o en la serranía de Piura o La Libertad ; generaron la esterilización masiva de madres indígenas. Hoy en las redes de sociales, asoman los áulicos de la Mafia asegurando, sin vergüenza alguna, que esos programas eran de “asistencia” para impedir que las madres pobres tuvieran más hijos a los que no podrían dar de comer ¡Qué generosos!

En todas partes, y en ese marco, la náusea, o el hastío da lugar a reacciones que resultan aprovechadas con un mismo propósito: desacreditar al representante de Gana Perú. Y las cosas, no solo se producen aquí. También vienen desde afuera. Las inagotables “computadoras” de Reyes -destruidas por el fuego Uribista en el 2008- aún producen acrisolada documentación. La más reciente “demuestra” que Ollanta recibió dinero de Chávez. En algunas semanas más, las computadoras de bin Laden -incautadas recientemente por la CIA en Pakistán- reportarán otras “evidencias” en torno a la materia. Nos mostrarán una carta de Chávez diciendo que, felizmente, en el Perú, ganará Ollanta; y entonces Fritz Dubois, vocero del Instituto Peruano de Economía y Director de Perú 21 editorializará comentando el tema porque la alegría no lo dejará escribir a Aldo, el de Correo.

A eso hay que sumar temas con los que se busca confundir al electorado. Ollanta presentó antes hace algunos meses un Programa de Gobierno. Luego le hizo precisiones en un mensaje que dirigió al país antes de la primera vuelta. Y hoy, le formula ajustes y reajustes para hacerlo mas viable. Pero eso, que es absolutamente racional y comprensible, es presentado como la expresión de los andares y desandares de un candidato que “no sabe lo que quiere”, o que “cambia de programas” para engañar al pueblo. Y es que en materia de Programas de Gobierno, la Keiko es virgen. No tiene ninguno.

Es útil recordar entonces que en esto de “programas de gobierno”, Fujimori fue un campeón. Tampoco presentó alguno cuando postuló en 1990. Su programa fue el “anti-schock”. Cuando Vargas Llosa -en el recordado debate del Sheraton- aseguró que cerraría las empresas públicas, el chinito de la yuca dijo que él no haría eso; cuando el escritor aseguró que despediría empleados públicos, su contrincante aseguró que no despediría a nadie; cuando el joven esposo de la Tía Julia afirmó que “sinceraría los precios”, don Alberto dijo que con él, no subirían los precios. Ese fue su “programa”, que le duró hasta la asunción del mando, porque diez días después su ministro de economía aplicó el Schock de Vargas Llosa con bacalao incluido. Y a propósito, acaba de asegurarse que García no cumplió tampoco “las políticas de gobierno” del Acuerdo Nacional.

¿Pueden estos mismos -en este contexto- pontificar en torno a la defensa de los programas de gobierno? ¿Con qué cara? ¿Y quieren así que la gente les crea? ¿Y podrá creer la gente en una propuesta electoral en la que todos los que asoman en ella como voceros, congresistas, funcionarios y hasta posibles ministros; han integrado -todos ellos- los equipos de gobierno de Alberto Fujimori? Podríamos revisar uno a uno y descubriríamos que en la nómina, sólo faltan los que están presos, o los que se han fugado de la justicia. Los demás, están toditos. Y están libres no porque fueran inocentes, sino porque el gobierno de García se mostró tan complaciente con ellos como se muestra hoy con Keiko. Y les dio todas las facilidades para evadir la acción de la justicia. En cualquier otra circunstancia, estarían presos. García hoy hace un ridículo tan extremo que hasta el cómico norteamericano Stephan Colbert se ríe de él a mandíbula batiente. Eso no le impide, por elogiar a Keiko y condenar “la violencia” del otro candidato. Y a propósito de violencia, en junio se cumplirán 25 años de la matanza de los Penales, que aún permanece impune. Alan lo recuerda.
Perú ad nauseaum, a la orden del día.

viernes, 6 de mayo de 2011

Ensayo sobre el concepto de democracia


Porque la verdadera belleza del vuelo no se encuentra ni en el despegue ni en el suave aterrizar sino en el equilibrio ingrávido del ave, así también la verdad humana se encuentra entre lo primero y lo último, entre el acto consciente racional radical y aquel desmedido imaginario ideal, entre lo legítimo y lo ilegal, entre lo bueno y lo malo, entre lo que uno es y no es. Los contrarios, que se oponen aparentemente sin reconciliación, dejan siempre, en el campo de batalla, bajo los cadáveres secos de la disputa diaria, un signo, una señal, que sólo el sabio sabe descifrar y que indica el camino que se debe recorrer para ser como lo que se debe ser.
Pasan días, semanas y meses, viendo noticieros televisivos y leyendo diarios (estos últimos, de derechas y de izquierdas, ecologistas y de sesgados barnices religiosos) y de este laberinto caótico de Información sólo queda retumbando en el cerebro la palabra más repetida en el orden social, sólo comparable al ¡Dios mío!, en el idioma que se quiera, o, si Ud. prefiere, en la religión que se escoja. Esta palabra es; Democracia. Esta indefectible palabra va siempre asociada a otra, tan baladí como la primera; Libertad. Todos los políticos del planeta las usan como si, al salir de sus bocas, éstas se hubiesen, al fin, reubicado en la historia para maravillar al mundo con su enceguecedora Verdad. Los pueblos desesperados de miseria, sin esperanzas, también las usan, pero éstos las dicen gritándolas y en multitudes, los políticos no, las dicen endulzando la voz, con un toque casi dramático, saboreándolas, sabiendo que, en esto, no habrá controversias y que quizás hasta saque aplausos. Pero, ¿Qué significa Democracia?, no etimológicamente, eso lo saben hasta los ciegos. Digamos mejor, ¿qué significa en la realidad concreta del cada día de un ciudadano común y corriente?

Le hice esta simple pregunta a un prestigioso sociólogo chileno. Después de escucharlo veinte minutos sin interrumpirlo le hice una seña de esperar un poco, cuando se calló le lancé: ¿Me podrías explicar todo lo que me has dicho pero de una manera más simple?. Al principio el sociólogo me miró con extrañeza, luego amagó algo como una casi sonrisa, luego me dijo: Mira, se me viene una imagen que podría explicar en parte este indefectible concepto como tú dices. Se me ocurre que en el segundo que detona una bomba desfragmentándose en cientos de miles de segmentos, estos trozos metálicos representarían grupos humanos. En esta imagen son muy importantes la bomba y los segmentos, Cada grupo humano tiene su propia historia y su propio concepto de lo que significa para ellos la Democracia. Todos nacimos del mismo fenómeno, la bomba, pero al momento de transformarnos en bípedos nuestras historias ya no fueron las mismas.

Se acostumbra asociar, ya esto es parte de las ideologías, la Democracia con la Igualdad, con la Justicia (asociada a justicia igual para todos) y, la más enigmática de todas: con la Libertad. Estos conceptos no han sido jamás sinónimos de Democracia, afirmó con fuerza el sociólogo. El considerarlos sinónimos es una mentira universal. La confirmación de lo que acabo de decir es fácil; para el musulmán, para el asiático, para el africano, para el occidental y para muchos del Nuevo Mundo el concepto de Democracia no es el mismo, y esto es así porque tenemos historias y culturas diferentes. El concepto de Democracia que han enseñado, manipulado y obligado a aceptar a los segmentos occidentales desde que apareció la palabra Democracia en los Diccionarios son la transcripción en palabras doctas del vasallaje, de la esclavitud, de los reinos feudales, de las monarquías y de las actuales Repúblicas representativas. El lugar común más utilizados en occidente es la definición de Democracia : Utilizada por primera vez, según los historiadores de la Antigüedad a los que hay que creerles la mitad y la otra mitad aceptarla con dudas razonables, en el siglo V a.c. en Atenas, “Demos”, “Kratós”, es decir, “Pueblo”, “Poder”, que los investigadores tradujeron como “Gobierno del Pueblo”???, convirtieron el vocablo Pueblo sin especificar que ese “pueblo” no representaba que el 25% de la población, ya que las mujeres, los extranjeros y esclavos eran, para estos efectos, todos esclavos. Por lo que respecta al Poder, se subentiende, era el Poder de ese 25%. (Atenas tenía en aquellos años no más que 300.000 habitantes).

Bueno, lo cierto que este manoseado vocablo Democracia, llegó hasta nuestros tiempos, por lo menos su esencia, por los escritos de Aristócles, más conocido por su apodo Platón (s.427 a.c.), que definió el concepto democracia como: el Poder de la Multitud (que, en política actual, podríamos definir, sin temor a decir tonterías, como el Poder de las Mayorías). Aristóteles, (384 a.c.) definió casi en los mismos términos que su Maestro la democracia: Democracia es el Poder de los más. Bueno, esto fue un avance significativo en la filosofía y en el futuro de la especie humana, pero hay que decir también, que en los tiempos de Platón y Aristóteles, la estructura social en la Atenas griega no había cambiado nada. Las “mayorías” y “los más” seguían siendo el 25 % de la población.

Antes de entrar a una tentativa de respuesta a la pregunta del millón, formulada al final del segundo párrafo de esta larga reflexión, creo necesario agregar dos hechos históricos que nos guiaran directamente a las actuales sociedades occidentales (o segmentos de la bomba) y sus conceptos de Democracia. Esta vez no seguiré la cronología histórica.

Existe una frase célebre enseñada en todos los ramos de Historia en escuelas y Universidades (sobre todo en Ciencias Políticas) de Occidente. La autoría de esta frase corresponde a Abraham Lincoln: “Gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”. Esta frase se considera en Occidente como LA Definición de Democracia. Lincoln pronunció esta frase en Pensilvania, el año 1863, en el cementerio de Gettysburg, en plena guerra de secesión, como un homenaje a sus soldados muertos. En primer lugar, el lugar no era el más apropiado para hablar del pueblo o por el pueblo ya que en su país había una guerra civil espantosa. En segundo lugar, en el discurso de Lincoln no aparece en ninguna parte la palabra Democracia ¿Por qué?, porque Lincoln no se refería a la democracia, se refería a los de su bando, a su pueblo, a su gobierno, a la guerra que enfrentaban “por el (su) pueblo” y “para el (su) pueblo”, es decir, fue una frase no para la Nación sino que sólo para los que le seguían.

Vamos a un nivel más alto, El Siglo de las Luces (s. XVIII), la época en que La Razón derrota el Oscurantismo; Voltaire, Diderot, Montesquieu, etc. y, el que nos interesa, Jean-Jacques Rousseau (1712 – 1778). Fue escritor, filósofo y músico. En su novela Emilio exponía: “la necesidad de un retorno a la naturaleza, desplegando las naturales cualidades humanas del amor, generosidad y su sentido común” o, “el Hombre es naturalmente bueno, pero la civilización lo corrompe”. En su libro más célebre, El contrato social, afirma en sus prólogos capiturales: “el hombre nace libre, pero en todos lados está encadenado”. Para Rousseau, en su proyecto político, le atribuye la función de soberano al pueblo. La República democrática era: “El pueblo, como soberano, debe llevar a cabo una deliberación pública, que ponga a todos los ciudadanos asociados en un plano de igualdad, en la cual el cuerpo no puede decidir nada que atente contra los intereses legítimos de cada uno. Entonces, es la función del soberano responder a todos, ya que sin esto no existiría Estado ni soberanía”.

De estos pensamientos tan lejanos pero tan actuales, rescatemos dos: La necesidad de un retorno a la naturaleza desplegando las naturales cualidades humanas, y la otra, una deliberación pública que ponga a todos los asociados en un plano de igualdad (recordemos que se trata aquí de un Contrato).

Tentativa de respuesta a la pregunta del millón: ¿Qué significa Democracia en la realidad concreta del cada día de un ciudadano común y corriente?

Como primer paso, tratemos de retornar a la naturaleza, como nos invita Rousseau, y a nuestra propia naturaleza sabiendo “que nadie nace malo”. En las inferencias que logremos extraer de las siguientes simples preguntas encontraremos quizás la respuesta a la pregunta del millón; ¿Existe en nuestras sociedades la Igualdad, la Solidaridad y el sentido común para resolver los problemas?, ¿Existe la Salud, la Educación, la Justicia con Igualdad para todos?, ¿Existe una distribución de la riqueza justa, equitativa, solidaria?, ¿Hay espacios en la sociedad para crear una representación popular participativa que pueda opinar en la toma de decisiones del Gobierno como alternativa a los Partidos Políticos?, ¿Existe un instrumento para dirimir opiniones opuesta sobre temas de alta importancia para la Nación, como son los Plebiscitos y/o Referendos, por ejemplo?, ¿Existen medios de comunicación (radios, diarios, canales de TV), donde cualquier ciudadano pueda dar su opinión, o dar su proposición, sobre temas políticos o públicos?, y, para terminar, ¿Existe una conciencia nacional que las riquezas naturales de la Nación pertenecen a todos los ciudadanos por lo que no se pueden vender ni darlos en concesiones sin la aprobación de toda la sociedad?

Si todas las respuestas a estas simples preguntas, basadas en la experiencia y la Razón de la especie, son NO, Ud. está viviendo en una sociedad que puede ser cualquier cosa, menos democrática. Si las respuestas son algunas Sí y otras NO, Ud. está viviendo en una sociedad que le falta mucho o poco para ser democrática. Si todas las respuestas son Sí, lo felicito, Ud. vive en una sociedad democrática.

Creo que a los ciudadanos comunes y corrientes ya les quedó claro lo que significa Democracia en su realidad concreta.

P/D
Por favor, a los del Sí total, mándenme a mi correo esas sociedades para emigrar para allá.

Los secretos de la minería peruana

Un Museo de Mineralogía y Paleontología que empezó a formarse en Lima con la fundación de la Escuela de Ingenieros en 1876, acaba de reabrir sus puertas por acción de la Universidad Nacional de Ingeniería.

El proyecto es una síntesis del esfuerzo de sus autoridades, estudiantes y graduados de las once facultades, en especial de ingeniería civil, geológica, minera, metalúrgica, civil, ciencias y arquitectura; del Patronato UNI y de la Fundación Museo Andrés del Castillo.

El museo, con sus seis mil muestras de minerales y un catálogo de fósiles (una ballena completa, el megaterio y un delfín, entre otras piezas), abre los ojos a cualquier visitante sobre la incalculable riqueza del Perú. Es un libro abierto que despierta el interés de los jóvenes en las ciencias de la tierra. Nos revela también que cada vez se encuentran más recursos, a tal punto que experimentados exploradores opinan que toda la base de los Andes tiene altos contenidos de minerales.

Según Explo 2011, el Perú cuenta con unos 21 millones de hectáreas denunciadas como petitorios mineros, casi el 17% del territorio nacional; y unas 150 empresas junior están operando en el país. El Ministerio de Energía y Minas calcula que las inversiones totales en minería en 2010 ascendieron a US$3.391 millones, de los cuales US$539 millones se dedicaron a la exploración de nuevas reservas.

La Society Economic Geologists informa que actualmente en el mundo no hay nuevos depósitos importantes de cobre y oro que puedan cubrir la demanda global en el futuro, por lo que es necesario impulsar las exploraciones, en especial, en los países mineros como el Perú.

Este Museo, que empezó a formarse hace 135 años, a través de muchas y costosas “excursiones científicas”, hoy está abierto al público y en manos de un personal especializado en la museografía contemporánea.

Es una respuesta a un viejo mensaje de la UNESCO de los años sesenta, que recomendaba a la comunidad internacional una vigorosa promoción de los museos como parte de la educación popular y de la difusión de la cultura, para fomentar la comprensión mutua de las naciones e instituir la mutua colaboración entre ellas.

En efecto, un “museo” ofrece la oportunidad de acceder un conjunto de elementos de valor artístico, histórico, científico y técnico, así como jardines botánicos y zoológicos, y acuarios que pueden ser de propiedad privada, pública o mixta. Además, los museos deben ser centros intelectuales y culturales de las localidades en que se hallen situados, empezando por los pequeños pueblos de cuyas entrañas brota una riqueza que muchas veces no es compartida con la esperada equidad. Museos accesibles a todos.

¿Cuál es el camino?

El camino no es ese enorme espacio físico sobre el que nos movemos a veces sin saber que hacer sino más bien, el camino consiste en nuestras propias fuerzas interiores que nos impulsan a cambiar de posición con respecto a un punto en el tiempo y en el espacio a sabiendas de que todo se mueve y de que, en consecuencia, todo es relativo.

No debe ser Mr. Obama quien determine nuestro camino sino nosotros mismos. El hombre hizo camino al inventar la luz eléctrica para imitar el Sol pero ya eso no basta. No debe ser CNN la que nos diga que camino seguir. Habría que inventar una luz que nos alumbre por dentro y esa no es otra que un estado superior de conciencia.

La información y la verdad tienen mucho que ver con las salidas. Nuestra visión de contexto también tiene mucho que ver con los caminos a tomar; sí lo que ocurre en Palestina o en Libia, o en Afganistán o en Irak es visto por nosotros con desdén, es que estamos equivocados.

Todo sobre la faz de la Tierra tiene relación con todo y todo se mueve, por lo que no debemos seguir indiferentes frente a la locura del gobierno norteamericano de USA; el propio pueblo norteamericano debe hacer suya la defensa del género humano en comunión con la Naturaleza.

A Obama debe darle pena haber recibido el Nobel de Paz. Parece ser que Alfred Nobel no fue ningún santico en vida, solo que hizo mucho dinero, tanto que no se lo pudo llevar en la urna y a sabiendas, redactó un legado para instaurar el premio y del que excluyó concederlo a cualquier matemático porque-supuestamente-un brillante matemático de la época le había quitado una amante.

El Premio Nobel es una prostituta, hasta Vargas Llosa lo ostenta, que ni decir de Obama.

Solo falta que le concedan el premio post- morten a Jac el Destripador, a Benjamin Netanyahu y a muchos otros ángeles, arcángeles y serafines de la misma calaña.

El Premio Nobel más parece ser un monumento a las bajas pasiones.

Sí el camino es equivocado nunca llegaremos al objetivo propuesto.

viernes, 25 de marzo de 2011

Revoluciones pacíficas

Durante estos agitados días no dejamos de oír en prensa, televisión e internet sobre las revoluciones en el Norte de África y Oriente Próximo. Y una de las características que la mayoría de los medios destacan sobre éstas es el componente pacífico de las mismas.

Además del pacifismo de las revueltas, una y otra vez, los medios de comunicación masivos nos transmiten otros aspectos de esa matriz de opinión en la que las revoluciones del siglo XXI aparecen impulsadas por medios como Facebook, Twitter u otras redes sociales mediante el valeroso empeño de líderes periféricos de clase media occidentalizados (léase modernos/buenos). Hombres y mujeres que luchan por lo que tenemos aquí (“democracias” por si no caía en la cuenta) contra malvados y “tercermundistas” déspotas. Además, en este relato posmodernista los obreros (léase sucios/molestos/feos) aparecen poco menos que como monos de comparsa, miembros de un conjunto protoarcaico, periférico, anecdótico, casi imposible y en todo caso obsoleto, llamado “clase trabajadora”. Un ingrediente caduco que se empeña en permanecer en la nevera de nuestros días para disgusto de la “progresía” posmodernista. Así que, en definitiva, tenemos revoluciones “limpias” con gente joven derrocando malvados dictadores (que anteayer no lo eran para el “mundo libre”) a través de métodos pacíficos. Visto así, ya casi podríamos visualizar el próximo anuncio de Coca-Cola donde esculturales jóvenes árabes occidentalizados cantarían en una manifestación tipo videoclip de Santana bañados por las burbujas del conocido refresco mientras la voz en off dice en perfecto y seductor árabe: “Rompe con el pasado y saborea tu libertad”. Pero desde una perspectiva crítica, deberíamos preguntarnos si estas revoluciones son verdaderamente pacíficas, y si lo son: ¿Para quién?

Repasemos los datos que tenemos hasta el día en que escribo estas líneas: más de 345 muertos en Egipto1, 219 muertos en Túnez2, 5 muertos en Marruecos3, 300 muertos en Costa de Marfil4, 12 muertos en Yemén5, 7 muertos en Bahrein6, y de 46 a 62 muertos en Libia según otorguemos mayor credibilidad a Amnistía Internacional o Human Right Watch7. Además en otros países como Arabia Saudí, Irán, Argelia, Djibouti o Kuwait, también se están dando fuertes protestas y manifestaciones pero aquí las cifras de víctimas no acaban de ser del todo fiables dado el oscurantismo informativo que existe en muchos de esos regímenes, si bien todo parece indicar, lamentablemente, que lo más probable es que se estén produciendo. Y por supuesto dentro de todo este “paraíso pacifista” hablamos “sólo” de víctimas mortales. Deberíamos añadir los miles de heridos, detenidos y/o torturados8. Entonces al final, ¿tenemos revoluciones pacíficas o violentas?9

Allá por 1848 los jóvenes Marx y Engels ya lo tenían muy claro. En el Manifiesto escribían que las revoluciones serían violentas, sin ninguna duda. Y no porque los amigos comunistas fueran unos sanguinarios deseosos de colgar empresarios y aristócratas de la copa de un pino (el propio Engels era empresario), sino porque sencillamente entendían que la mayoría de los miembros de las clases dirigentes, los propietarios de los medios de producción, no se dispondrían pacíficamente a devolver con una sonrisa en sus rostros todo aquello que robaron al pueblo tras años de explotación y latrocinio. Robo forjado al amparo de sus leyes derivadas de la propiedad privada y el predominio en el control de las fuerzas coercitivas (Ejército, Policía, etc.). Y todo esto simplemente porque las élites de las clases poseedoras, a diferencia de la mayoría de los miembros del pueblo, sí tienen conciencia de clase todo el tiempo. No una vez cada muchos años como el pueblo. Se lo crea usted o no, realizan una lucha de clases todos y cada uno de los días de su existencia para garantizar y aun ampliar su poder en el sistema-mundo en que vivimos. Lo hacen desde las empresas, los juzgados, los parlamentos, las universidades, la televisión, la publicidad, los libros, el cine, etc. Y si en los tiempos de “paz” les da igual condenar a la muerte a millones de personas en el mundo por hambre10 o guerra, ¿de verdad cree que dudarían en pegarle un tiro en la cabeza si usted formara parte de una de esas “turbas” que pusieran en peligro sus intereses?

Nosotros les importamos menos que nada, y sinceramente considero que ésta es una de las primeras lecciones políticas que deberíamos aprender si queremos actuar seriamente en pro de la emancipación del ser humano. Más allá del seductor contoneo de las sacrosantas banderas nacionales ondeadas bajo la partitura de la alienación colectiva y la danza de los payasos célebres (llámense Alonso, Messi, Shakira o Maldonado), ésta es la primera lección que deberíamos aprender: ellos no creen que usted sea parte de su grupo, ergo ellos no creen en las banderas que muchos de los de abajo besan y ondean reproduciendo una falsa aunque anhelada unidad. Estas telas pintadas ocultan las vergüenzas de una sociedad enfrentada entre los dueños del capital y los esclavos asalariados a duras penas propietarios de sus cuerpos. Humanidad escindida entre los que disfrutan de la mayor parte del producto del trabajo social y aquellos que, para poder si quiera aspirar a tener un techo sobre el que cobijarse o alimentos que echarse a la boca, deben vender la mayor parte del tiempo de su vidas a los expropiadores.

Y esta infección del pensamiento burgués, del poder dominante, sobre las llamadas “revoluciones pacíficas” arriba con la resaca de la marea postcolonial hasta las fronteras de un país, donde se supone, hay un ejecutivo gobernado por socialistas, como se reconocen (así mismas) las propias autoridades venezolanas. Allí, sorprendentemente, se viene repitiendo una y otra vez que la revolución que acontece en esas tierras es “pacífica”, haciéndole el juego al pensamiento de derecha. ¿“Pacífica” de qué? ¿Pese a haber sido asesinados cientos de luchadores sociales como sindicalistas, abogados, líderes indígenas y populares?11 Desde luego que la “revolución” ha sido pacífica para la oligarquía venezolana, para los De Abreu, Macedo, Mendoza, Cisneros y compañía. Prueba de ello es que muchos de los que organizaron el golpe de estado en 2002 contra el gobierno de Chávez fueron absueltos de muchos delitos con un Decreto de Amnistía que el mismo Chávez promulgó el 31 de diciembre de 2007 para esos “demócratas de derecha” a pesar del consiguiente escarnio entre las bases revolucionarias. Sin duda, hay que reconocer que la mayoría de esos oligarcas siguen en sus mansiones y con su dinero en los bancos, de un modo harto “pacífico”. Extraña revolución aquella que no es capaz de, por dejadez o falta de convicción, cuando no por cierta connivencia, impedir que a los miembros más combativos del pueblo se les asesine y en cambio, sí garantiza la seguridad jurídica a la élite explotadora. Extraño camino al socialismo, extraña “revolución” la caribeña...

Extraño pacifismo en todo caso el de todas estas revoluciones. Parece que, al margen de los discursos y la ampulosa retórica, unas muertes cuentan más que otras. Así los 365 asesinados del pueblo egipcio no merecen que se le quite el epíteto de “pacífica” a su principio de revolución, quizás sea porque los violentos de siempre fueron “respetados” y sus amigos de allende los mares también (con sus multimillonarios contratos empresariales). Tengan por seguro que si las cosas se profundizan y el pueblo egipcio consigue forzar a sus gobernantes que renegocien o nacionalicen algún sector de la economía egipcia en manos de multinacionales foráneas, la prensa “libre” occidentales comenzará a repetir como una papagaya que la revolución en Egipto se tornó “violenta”.

No me malinterprete el lector, con este artículo no quiero que crean que abogo por cortarles el cuello a los explotadores o proclamar el culto a la violencia en las revoluciones. Si lo hiciéramos, nos convertiríamos en parte de ellos, ensuciaríamos nuestros sujetos humano-políticos desviándonos del objetivo emancipador y dificultaríamos el ánimo prosocialista de las masas. Más bien lo que sugiero es que las cárceles, abarrotadas de no pocas víctimas sistémicas, sean oxigenadas reduciendo la densidad de presos por m2 con unos pocos hijos de sus madres que actualmente siguen viviendo “pacíficamente” de la explotación y la violencia generalizada. Auténticos criminales que sortean la justicia a golpe de talonario, desde cámaras legislativas y tribunales. Además, por supuesto, tendríamos que reingresar toda su fortuna a las arcas públicas y declarar inoperativas todas sus cuentas extranjeras (en paraísos fiscales y bancos del norte). Porque ya está bien de que se les permita que “pacíficamente” nos vayan matando a todos, millones a millones, de miles a centenas, de centenas a decenas, uno a uno. De muerte lenta o súbita. Ya basta.

Nosotros sí queremos la paz, ellos nunca la quisieron. Lo que para nosotros es nuestro más excelso sueño, para ellos sólo significa el final de su permanente orgía genocida de cuerpos asalariados sacrificados a cambio de plusvalía. La violencia es su medio y su único remedio; la paz nuestra meta, fuerza y fortaleza. Nuestra bandera siempre ha sido la blanca y debemos garantizar que lo siga siendo hasta el último momento, hasta que no exista otra posibilidad para nuestra supervivencia que teñirla de rojo. Pero la suya es la de la violencia, siempre lo ha sido y siempre lo será mientras existan los explotadores. Dos no bailan si uno no quiere.

En tiempos de paz y en tiempos de guerra permanecerá la violencia mientras se produzca explotación (estructural, individual, colectiva, etc.), sólo que en las revoluciones, si verdaderamente lo son, la violencia también se vuelve como un boomerang contra los violentos sistémicos de siempre. Por eso no hay nada que les aterre más que una revolución, sinónimo de la posibilidad que tienen, muy de vez en cuando, de encontrar una horma a su zapato.

Cuando sus medios de comunicación dicen “revoluciones pacíficas” los explotadores anhelan que el pueblo continúe poniendo los cuerpos para contar muertos, explotados, castrados y desempleados. Le prometen reformas, medallas y días “nacionales” en los calendarios de la derrota. Nos aseguran encenderán velas, cantarán himnos a “los mártires de la patria” y todos seguiremos juntos, enmomiados en telas multicolores pintadas por las manos de los esclavos, mientras no dejamos de bailar el vals de los condenados al ritmo que marcan las razones del Mercado.

Ante las revoluciones, las élites de aquí y de allá nos pedirán por favor, asustados ante el poder inigualable del pueblo unido, que nos dejemos “razonablemente” persuadir para seguir siendo explotados y asesinados en el más pútrido de los silencios, entre la farsa de unas democracias que no lo son y las “razones de Estado”. Rompamos ese enmudecimiento de la dignidad. Hay demasiada sangre derramada, demasiados sacrificios, como para no hacerlo.

Nosotros queremos la paz y ellos la guerra, no queda otra, no lo elegimos: libremos la última batalla en nombre de la paz.

Empecemos llamando a las cosas por su nombre.

Es el principio del camino al Socialismo.

viernes, 4 de febrero de 2011

Los sueños libres de Lumumba y Luther King

Ellos representan dos historias de vida que son ejemplo en las luchas por conquistar la libertad y la igualdad de los pueblos.

Fue un 17 de enero de 1961, en Katanga, cuando lo asesinaron y desaparecieron su cuerpo, como si hubieran querido también acallar su palabra, sus ideas, su mirada, el tacto de las velas con las que quiso navegar libre, con las que soñó una tierra diferente, más justa, más humana. Patricio Lumumba (Sankuru, Congo, 2 de julio de 1925) sigue siendo un estandarte elevado a los vientos y a los sueños de la libertad que nacen de las entrañas de todos los pueblos.

Anticolonialista y nacionalista, Lumumba fue el primero en ocupar el cargo de Primer Ministro de la República Democrática del Congo en 1960, tras conseguir la independencia de este Estado de la tutela belga. Dicen que fue precisamente su discurso pronunciado en la ceremonia de independencia de su país, en presencia del rey de Bélgica, cuando lo sentenciaron. Lumumba esgrimía que las atrocidades vividas no debían olvidarse, sino que tenían que permanecer en la memoria como un fuego capaz de incendiar para siempre las desigualdades y la esclavitud. “De esta lucha de lágrimas, fuego y sangre estamos orgullosos hasta las raíces más profundas de nuestro ser porque fue una lucha noble y justa, absolutamente necesaria para acabar con la infamante esclavitud que nos fue impuesta por la fuerza. Este fue nuestro destino durante los ochenta años de gobierno colonial; nuestras heridas están aún demasiado frescas y son todavía muy dolorosas para permitirnos borrarlas de nuestra memoria”.

La muerte de Lumumba está relacionada con el imperialismo y el neocolonialismo de las potencias occidentales, esas que siempre han pretendido y pretenden hacer de África su patio trasero, igual que hacen con el resto del mal nombrado tercer mundo. Porque resulta que el Congo no es un país pobre, sino que es una de las geografías más ricas del mundo en recursos naturales, convergen en ella diamantes, recursos vegetales, oro, uranio, cobre, cobalto, radio, zinc, hasta coltan, uno de los más estratégicos materiales que se utilizan en las nuevas tecnologías. Algunos reportes de las Naciones Unidas señalan que en la guerra que vive el Congo hoy, el coltan es la verdadera razón de la tragedia.

A Lumumba lo asesinaron, es cierto, pero sigue vivo, sigue siendo luz y abrazo infinito para todas aquellas y aquellos que luchan por eliminar las desigualdades y conquistar la paz y la libertad auténticas. Fue hace poco, en 2002, cuando el gobierno belga reconoció su responsabilidad en el asesinato de Lumumba, aunque continúa negándose a investigar a profundidad lo sucedido.

Su muerte, como la de todas las mujeres y hombres imprescindibles de la historia de los vencidos, de los más que menos tienen, se transformó en un símbolo de la resistencia. Y su rostro y sus palabras son una trinchera de lucha, una bandera que ondea en las batallas por la libertad en África y en cualquier rincón del mundo.

Tengo un sueño
"Sueño que mis cuatro hijos vivirán un día en un país en el cual no serán juzgados por el color de su piel, sino por los rasgos de su personalidad” decía soñando Martin Luther King (Atlanta, 15 de enero de 1929 – Memphis, 4 de abril de 1968), en Washington, el 28 de agosto de 1963.

A este otro soñador, también negro y también libertario, lo asesinaron. No ya en los confines de África sino en Estados Unidos. Fue condecorado con el Premio Nobel de la Paz en 1964. Pastor de la iglesia bautista, fue líder y fundador del Movimiento por los derechos civiles para los afroamericanos.

Hace apenas cincuenta años atrás, sobre todo el sur de los Estados Unidos se caracterizaba por la violencia que se ejercía contra los negros. Ese racismo tan arraigado provocó en 1955 la muerte de tres personas: Emmett Till, un adolescente de 14 años; el pastor activista George Lee; y el militante de los derechos civiles Lamar Smith. Por eso, el 1 de diciembre de 1955, cuando Rosa Parks, una mujer negra, fue puesta en prisión por haberse negado a ceder su puesto en un autobús a un hombre blanco, violando así las leyes segregacionistas de Montgomery, Luther King inició un boicot de autobuses. Durante esa campaña fue arrestado y su hogar atacado con bombas incendiarias. Luego de casi un año, la Corte Suprema de los Estados Unidos, en noviembre de 1956, declaró finalmente la ilegalidad de la segregación en los autobuses, restaurantes, escuelas y otros lugares públicos.

Largos años de lucha en los que Luther King enarboló siempre las banderas de la no violencia, lo condujeron en 1967 a organizar una campaña a favor de los pobres con el objetivo de alcanzar la justicia social. Se trataba de eliminar la pobreza, analizando su origen y no restringiéndose sólo a la defensa de los afroamericanos. Al igual que Lumumba fue calificado de comunista y por lo tanto objeto de interés de la administración estadounidense de esos años.

Fue a finales del mes de marzo de 1968 cuando Martin Luther King se desplazó a Memphis, Tennessee. Y el 04 de abril, a las seis y un minuto de la tarde cayó abatido por las balas.

James Earl Ray el presunto asesino fue arrestado en 1969 y aunque se declaró culpable se retractó después y confesó una conspiración. En 1997, Dexter Scott King, hijo de Martin Luther King, se entrevistó con Ray y apoyó públicamente los esfuerzos de éste para conseguir un nuevo juicio. Dos años después la viuda de Luther King ganó un proceso civil en contra Loyd Jowers y otros conspiradores. En diciembre de 1993, Jowers había aparecido en Prime Time Live de ABC News revelando detalles de una conspiración que implicaba a la mafia y al gobierno para asesinar al líder de los derechos civiles.

DOS HÉROES, DOS TIEMPOS, EL MISMO MUNDO

La convicción de sus ideas, la entereza de sus gestos y el aplomo de sus pasos serán siempre ejemplo de la vida entregada en la edificación de sociedades más justas, más solidarias y más libres. Con ellos hemos aprendido lo que significa a dar la vida por la vida, porque ellos son fértiles semillas que florecerán en todos los presentes que habremos de hacer nacer juntos.


“Ninguna brutalidad maltrato o tortura me ha doblegado porque prefiero morir con la cabeza en alto, con la fe inquebrantable y una profunda confianza en el futuro de mi país, a vivir sometido y pisoteando principios sagrados. Un día la historia nos juzgará, pero no será la historia según Bruselas, París, Washington o la ONU, sino la de los países emancipados del colonialismo y sus títeres”.
Patricio Lumumba (fragmento de la carta escrita a su esposa e hijos pocos días antes de su muerte).




martes, 25 de enero de 2011

La profundidad de “Todas las Sangres”

Escribo esta nota conmemorando el centenario del nacimiento (18 enero, 1911) de José María Arguedas, antropólogo, escritor y poeta, uno de los más destacados exponentes de la literatura peruana, a la par de César Vallejo, poeta universal. Su obra completa muestra la sensibilidad del hombre educado en la atmósfera de dos culturas contrapuestas y enfrentadas. Su literatura supo expresar con profunda intensidad el alma indígena de los Andes. La identificación del autor con la realidad de la comunidad (el ayllu) como ente organizativo, evidencia una íntima comprensión en cuanto a la primitiva crueldad del abuso; asimismo, esta agudeza se manifiesta en los relatos sobre el trabajo colectivo, la mitología, la música, los bailes, las costumbres y las celebraciones. La riqueza de las descripciones y la visión de la compleja existencia del mundo indígena después de la conquista, la colonia y la república criolla, lleva a mostrar un conflicto aún no resuelto en conexión a la edificación de la nación peruana.

Desde sus primeros pasos narrativos, Arguedas comenzó a vivir una lucha interior donde se advierte el conflicto social de dos universos inhumanamente encontrados: la predominancia de los terratenientes, los gamonales, los principales (mistis) y las autoridades sobre los indígenas de las comunidades, pueblos y aldeas. El odio hacia el mundo indígena sobresale con nitidez en los relatos de la vida de las haciendas y aldeas de la sierra central, ahí el sufrimiento resignado de los indígenas es desgarrador, por el mismo hecho de ser no sólo un acto de discriminación hacia ellos sino de exaltada superioridad racial. Cabe destacar aquí el uso del bilingüismo (castellano-quechua) y el aprovechamiento de la expresión literaria vernácula del Perú, una búsqueda permanente del autor en su narrativa lírica, poética y épica. Su primer libro publicado en 1935 agrupa tres cuentos bajo el título de Agua y ya desde entonces se observa ahí el lenguaje fantaseado e ingeniado de sintaxis rítmica quechua y vocabulario propio de ese idioma injertado en el castellano, a manera de representar el mundo indígena inocente, impresionable, tierno y solidario soportando la violencia de los “blancos.”

A diferencia del naturalismo clásico de Ciro Alegría (El mundo es ancho y ajeno, Los perros hambrientos, la serpiente de oro) y de otros latinoamericanos como Eustaquio Rivera, Rómulo Gallegos, Mariano Azuela, el realismo de Arguedas es conmovedor, trágico y patético, producto de su inmenso amor a la cultura indígena y de su lucha para defenderla de la invasión depredadora de una “civilización” despreciativa, ilegal y abusiva. En Yawar Fiesta (Fiesta de Sangre), entrega como cuento en 1937, luego como novela en 1941, el autor describe no sólo la fiesta de la corrida de toros y el cóndor sino aprovecha la celebración cardinal del día nacional, 28 de julio, para expresar el deseo de redimir a los comuneros indígenas de sus paupérrimas condiciones económicas y sociales, haciendo ver que ellos tienen sus propias normas y leyes de convivencia; y también para defenderlos de la paulatina usurpación de sus tierras. Las tempranas experiencias vividas de niño en medio de los ayllus le sirvieron para el aprendizaje del quechua de primera mano y para conocer de cerca la violencia ejercida por los patrones en ese conflicto indígenas-señores, que se verá en sus obras posteriores reforzadas por sus estudios de antropología.

En Los ríos profundos, novela de 1958 y de la cárcel El Sexto de 1961, las interpretaciones concebidas son autobiográficas. En ambas novelas, la violencia de la sociedad peruana domina los escenarios y el propio autor se pone a prueba desde la infancia en el colegio, en su encuentro con la ciudad capital del imperio Inca, en su participación en las revueltas indígenas y hasta en el descubrimiento atormentado de la sexualidad. Igual la violencia inaudita de por sí se manifiesta en Diamantes y Pedernales. Pero es con “Todas las Sangres” donde José María Arguedas va al reencuentro con el dilema social más amplio, el que abarca el asunto de la tenencia de la tierra y las transformaciones económicas, políticas, sociales y culturales, que pretenden violentar las relaciones entre la metrópoli y los Andes. La dicotomía entre la modernidad que avanza y la subsistencia del mundo feudal, se interpreta a través de una familia de latifundistas en un trance narrativo ambicioso de balance de modelos de desarrollo, de vida, de tradiciones, de principios guías convertidos en leyes naturales y sobre todo del trabajo comunitario, herencia de un colectivismo no aceptado por la burguesía nacional en la configuración de la sociedad peruana. Arguedas posee en esta novela una fuerza de optimismo que, inclusive, lo aproxima a una imagen social comunitaria dentro del avance de la modernización, elevando el problema del indio tratado por Mariátegui a problema nacional adscrito a la teoría de las naciones en desarrollo dentro de un propio país.

La última novela de Arguedas, El zorro de arriba y el zorro de abajo, no concluida en vida, desarrollada en el ambiente pesquero frenético y caótico del puerto de Chimbote, y muchos de sus cuentos, ensayos, poesía y relatos cortos fueron publicados de manera póstuma debido al suicidio cometido por el escritor en noviembre de 1969. Un año antes de su muerte, con ocasión de recibir el premio Inca Garcilaso de la Vega, Arguedas en su discurso señaló lo siguiente como tarea cumplida: “La ilusión de juventud del autor parece haber sido alcanzada. No tuvo más ambición que la de volcar en la corriente de la sabiduría y el arte del Perú criollo el caudal del arte y la sabiduría de un pueblo al que se consideraba degenerado, debilitado o “extraño” e “impenetrable” pero que, en realidad, no era sino lo que llega a ser un gran pueblo, oprimido por el desprecio social, la dominación política y la explotación económica en el propio suelo donde realizó hazañas por las que la historia lo consideró como gran pueblo: se había convertido en una nación acorralada, aislada para ser mejor y más fácilmente administrada y sobre la cual sólo los acorraladores hablaban mirándola a distancia y con repugnancia o curiosidad. Pero los muros aislantes y opresores no apagan la luz de la razón humana y mucho menos si ella ha tenido siglos de ejercicio; ni apagan, por tanto, las fuentes del amor de donde brota el arte. Dentro del muro aislante y opresor, el pueblo quechua, bastante arcaizado y defendiéndose con el disimulo, seguía concibiendo ideas, creando cantos y mitos. Y bien sabemos que los muros aislantes de las naciones no son nunca completamente aislantes.”
La imagen literaria de Arguedas con su obra completa, cargada en un primer momento de impaciencia y rebeldía se nutre luego de razonamiento político-filosófico y de una encrespada aparente confusión, se consuma mediante lecturas imprescindibles como él mismo destaca en el discurso citado: “Fue leyendo a Mariátegui y después a Lenin que encontré un orden permanente en las cosas; la teoría socialista no sólo dio un cauce a todo el porvenir sino a lo que había en mí de energía, le dio un destino y lo cargó aún más de fuerza por el mismo hecho de encauzarlo. ¿Hasta dónde entendí el socialismo? No lo sé bien. Pero no mató en mí lo mágico.”

Carlos Angulo Rivas es poeta y escritor peruano.

martes, 18 de enero de 2011

Llamado a algunos doctores----Poema de Arguedas



Poema de Arguedas, dedicado a los doctores de este gobierno vendepatria que promueven la desaparicion de las comunidades y entrega de nuestros bosques, agua y biodiversidad a las transnacionales. Rescatamos este poema como homenaje a este gran escritor peruano.

Dicen que no sabemos nada, que somos el atraso, que nos han de cambiar la cabeza por otra mejor.

Dicen que nuestro corazón tampoco conviene a los tiempos, que está lleno de temores, de lágrimas, como el de la calandria, como el de un toro grande al que se degüella, que por eso es impertinente.

Dicen que algunos doctores afirman eso de nosotros, doctores que se reproducen en nuestra misma tierra, que aquí engordan o que se vuelven amarillos.

Que están hablando, pues: que estén cotorreando si eso les gusta.
¿De qué están hechos mis sesos? ¿De qué está hecha la carne de mi corazón?
Saca tu larga vista, tus mejores anteojos. Mira, si puedes.

Quinientos flores de papas distintas crecen en los balcones de los abismos que tus ojos no alcanzan, sobre la tierra en que la noche y el oro, la plata y el día se mezclan. Esas quinientas flores, son mis sesos, mi carne.

¿Por qué se ha detenido un instante el sol, por qué ha desaparecido la sombra en todas partes, doctor?
Pon en marcha tu helicóptero y sube aqui, si puedes. Las plumas de los cóndores, de los pequeños pájaros se han convertido en arco iris y alumbran.

Las cien flores de la quinua que sembré en las cumbres hierven al sol en colores, en flor se ha convertido la negra ala del cóndor uy de las aves pequeñas.
Es el mediodía; estoy junto a las montañas sagradas: la gran nieve con lampos amarillos, con manchas rojizas, lanzan su luz a los cielos.

En esta fría tierra, siembro quinua de cien colores, de cien clases, de semilla poderosa. Los cien colores son también mi alma, mis infaltables ojos.
Yo, aleteando amor, sacaré de tus sesos las piedras idiotas que te han hundido. El sonido de los precipicios que nadie alcanza, la luz de la nieve rojiza, de espantado, brilla en las cumbres. El jugo feliz de los millares de yerba, de millares de raíces que piensan y saben, derramaré tu sangre, en la niña de tus ojos.

El latido de miradas de gusanos que guardan tierra y luz; el vocerío de los insectos voladores, te los enseñaré hermano, haré que los entiendas. Las lagrimas de las aves que cantan, su pecho que acaricia igual que la aurora, haré que las sientas y las oigas.

Ninguna maquina difícil hizo lo que se, lo que sufro, lo que gozar del mundo gozo. Sobre la tierra, desde la nieve que rompe los huesos hasta el fuego de las quebradas, delante del cielo, con su voluntad y con mis fuerzas hicimos todo eso.

No huyas de mi doctor, acércate Mírame bien reconóceme. ¿Hasta cuándo he de esperarte? Acércate a mí; levántame hasta la cabina de tu helicóptero. Yo te invitare el licor de mil savias diferentes.

Curaré tu fatiga que a veces te nubla como bala de plomo, te recrearé con la luz de las cien flores de quinua, con la imagen de su danza al soplo de los vientos; con el pequeño corazón de la calandria en que se retrata el mundo, te refrescare con el agua limpia que canta y que yo arranco de la pared de los abismos que templan con su sombra a nuestras criaturas.

¿Trabajaré siglos de años y meses para que alguien que no me conoce y a quien no conozco me corte la cabeza con una máquina pequeña?

No, hermanito mío. No ayudes a afilar esa maquina contra mi, acércate, deja que te conozca, mira detenidamente mi rostro, mis venas, el viento que va de mi tierra a la tuya es el mismo; el mismo viento que respiramos; la tierra en que tus máquinas, tus libros y tus flores cuentas, baja de la mía, mejorada, amansada.
Que afilen cuchillos, que hagan tronar zurriagos; que amasen barro para desfigurar nuestros rostros; que todo eso hagan.

No tememos a la muerte, durante siglos hemos ahogado a la muerte con nuestra sangre, la hemos hecho danzar en caminos conocidos y no conocidos.
Sabemos que pretenden desfigurar nuestros rostros con barro; mostrarnos así, desfigurados, ante nuestros hijos para que ellos nos maten.

O sabemos bien qué ha de suceder. Que camine la muerte hacia nosotros; que vengan esos hombres a quienes no conocemos. Los esperaremos en guardia, somos hijos del padre de todos los ríos, del padre de todas las montañas ¿es que ya no vale nada el mundo, hermanito doctor?

No contestes que no vale. Más grande que mi fuerza en miles de años aprendida; que los músculos de mi cuello en miles de meses; en miles de años fortalecidos, es la vida, la eterna vida mía, el mundo que no descansa, que crea sin fatiga; que pare y forma como el tiempo, sin fin y sin principio.


José María Arguedas (Andahuaylas, 1911 - Lima, 1969). Escritor
y etnólogo peruano, renovador de la literatura de inspiración
indigenista y uno de los más destacados narradores peruanos del
siglo XX. Sus principales obras literarias son: Agua (1935), Yawar
fiesta, de (1941), Los ríos profundos, (1958) y el Sexto (1961) entre
otros. La producción intelectual de Arguedas es bastante amplia y
comprende, además de obras de ficción, trabajos, ensayos y
artículos sobre el idioma quechua, la mitología prehispánica, el
folclore y la educación popular. La circunstancia especial de haberse
educado dentro de dos tradiciones culturales, la occidental y la
indígena, unido a una delicada sensibilidad, le permitieron
comprender y describir como ningún otro intelectual peruano la
compleja realidad del indio nativo, con la que se identificó
de una manera desgarradora.